La pasada semana, estuvimos mencionando y recalcando que la Obra es de Dios y no nuestra.
Entender esto nos va a llevar a entender cuál es nuestra responsabilidad como creyentes.
Si él es el dueño de la obra, entonces todo lo que hacemos lo debemos hacer en obediencia a Él y no para complacer al hombre.
Pablo dijo en Col 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.”
¿A qué crees que se refiere Pablo cuando dice “y todo lo que hagáis”?
¿Por qué estamos haciendo lo que hacemos?